Desde En Copa de Balón nos preguntamos cuánto conoces sobre una de las uvas más cultivadas de España. Como motivo de celebración, queremos hacer un repaso por su historia y conocer al vino que no deja de generar interés entre los más aficionados, que se dejan persuadir por su característico sabor y aroma.
¿Qué es la Garnacha?
La Garnacha es uno de los tipos de uva más versátiles que existe, destaca por sus resistentes bayas, cuya piel es capaz de soportar cambios de temperatura, así como la sequedad de las zonas en las que se encuentra. Su cultivación empezó a incrementar a partir del siglo XIX, pero con diversas alteraciones en cuanto a su consumo. El vino de Garnacha es habitualmente tinto, no obstante hay diferentes tipos, la Garnacha tinta, la blanca, la roja, la peluda y la tintorera, cada una con sus particularidades.
El nacimiento de la Garnacha
El origen de la Garnacha ha generado grandes disputas entre los países cultivadores de uva mediterránea. Sin embargo, todo apunta a que es Aragón el territorio que plantó la primera semilla, para después expandirse por territorios europeos, pasando por el sur de Francia, Italia y Grecia. Asimismo, la uva cruzó el continente para llegar hasta África, Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica y Australia. En España, la Garnacha no siempre ha tenido el mismo prestigio, en realidad, en el siglo XX padeció un declive por considerarse una uva de poca calidad. Por el contrario, a día de hoy, los clientes acuden más a su consumo por ser considerado un vino con personalidad.
Características y propiedades
Los rasgos que reúne la Garnacha la convierten en una uva productora de un vino especial. El sabor afrutado, motivado por el toque a frutos rojos y negros en nariz, y a fruta roja en boca, aportan una acidez medio-baja al vino voluminoso En general, su viñedo se conduce en vaso o cordón, con una poda corta para vigilar su vigor. En este sentido, la gran intensidad aromática, favorecida por su oxidación, suscita mucho interés, sobre todo fuera de las fronteras españolas. Pese a no ser la uva de vino tinto más consumida en España, de las casi 200.000 hectáreas plantadas alrededor del mundo, prácticamente la mitad pertenecen a este país. La razón principal es la resistencia climatológica de la uva, es decir, su adaptabilidad a las altas y bajas temperaturas. Además, la Garnacha necesita la sequedad con la que cuentan ciertas zonas de la Península Ibérica. Por esta razón, se cultiva principalmente en las provincias de Zaragoza, Toledo, Navarra, La Rioja, Madrid y Tarragona. En definitiva, es muy común en nuestro país, exceptuando Galicia, Asturias y las Islas Canarias, ya que no cuentan con el clima seco que requiere.
¿Qué hay que tener en cuenta para identificar una uva Garnacha?
Si queremos discernir entre la gran variedad de uvas que existe y, en concreto, reconocer cuál es la Garnacha, podemos apuntar ciertos rasgos que nos ayudarán a identificarla y aproximarnos al tipo de vino que tomaremos.
Podemos encontrar cinco tipos de Garnacha. En primer lugar, la Garnacha tinta, seguida de la Garnacha blanca, la garnacha peluda, la garnacha roja y, por último, la tintorera.
La Garnacha tinta
En lo que respecta al racimo es medio grande, con bayas de color violeta oscuro, bastante uniformes y compactas, junto a una pulpa blanda y jugosa, pero de piel gruesa. Por otro lado, sus cepas son vigorosas -propiedad que aporta resistencia ante la sequedad y el viento- con elevada fertilidad y buena producción. Es una variedad tardía que florece temprano. El vino que se obtiene, como por ejemplo El Coto De Hayas Garnacha Centenaria 2018, es de aroma frutal y limpio, con un marcado carácter varietal. Es perfecto para acompañar con alimentos de sabores fuertes como un queso curado, cualquier tipo de carne o pescado de sabor rotundo.
La Garnacha blanca
Es la uva del vino blanco Mediterráneo por excelencia. Aporta acidez, lo cual compensa con el alcohol y resulta en un sabroso equilibrio. Además, su tardía maduración, a pesar del calor, hace que su vino tenga personalidad y sea recurrente en la selección de sus consumidores. Al contrario del vino de Garnacha tinta, el blanco es perfecto para acompañar con pescado a la brasa o ahumado, junto a quesos de sabor suave, para contrarrestar la acidez.
La Garnacha peluda, tintorera y roja
La Garnacha peluda nace de la mutación de la tinta. Sin embargo, la peluda tiene un tamaño más pequeño, con bayas compactas, pero de piel más gruesa y con mayor acidez. Es un vino que acompaña muy bien con sabores fuertes como anchoas o quesos potentes.
La Garnacha tintorera es el resultado del cruce entre la petit Bouschet y la Garnacha. El vino que se obtiene es muy útil para realizar mezclas, con un color rojizo intenso. Para acompañar este tipo de vino, no hay nada mejor que optar por un trozo de carne, aunque si sois más partidarios de platos con verduras, también la berenjena o el pimiento son un añadido acertado.
Por último, no hay que olvidar la Garnacha roja, la uva que se suele emplear para coupages.
Hay que añadir que la Garnacha se conoce como “la uva de los mil nombres”, por lo que muchas veces oiremos hablar de la misma uva pero con diferente denominaciones como: Aragonés, Alicante, Cannonau, Garnaccho Negro, Garnacha Negra, Garnacha Roja, Garnacha, Tinta, Grenache, Tintilla, Toledana, Uva di Spagna.
Denominaciones de origen en España
Más allá de los altibajos por los que ha pasado la Garnacha en la viticultura española, ha renacido con fuerza y se ha establecido como vino característico en diferentes regiones de España, dentro de las cuales destaca Campo de Borja o Terra Alta.
La Denominación de Origen “Campo de Borja”, al noroeste de la provincia de Zaragoza, tiene un patrimonio vitícola muy potente, ya que los viñedos más antiguos datan de 1203, además de tener alrededor de 2.000 hectáreas de Garnacha de edades comprendidas entre 30 y 50 años. Además, la diversidad microclimática del territorio consigue, gracias a la respectiva altitud y composición del suelo, diferentes tipos de vino, desde cálidos y aromáticos, hasta intensos y carnosos.
Por otro lado, La Denominación de Origen “Terra Alta”, situada en Tarragona, destaca por sus vinos elaborados con Garnacha blanca. Son vinos con cuerpo, que aportan frescura gracias al aroma afrutado que poseen. Las características territoriales de la zona en la que crecen suponen, normalmente, una maduración media y tardía. Más allá de la blanca, también cultivan Garnacha tinta y peluda, y en menor medida, Macabeu, Parellada y Samsó.
“Garnachas del Mundo”
Para celebrar el Día Internacional de la Garnacha, desde el 2013 se realiza “Garnachas del Mundo”, un certamen en el cual se reúnen profesionales del vino y la Garnacha de todo el mundo. La iniciativa nació en Rosellón (Francia) y, actualmente, se traslada de región productora a región productora todos los años. Para la edición 2020, que se celebra el 15 y 16 de septiembre, la región vinícola escogida es Languedoc, localidad situada en la costa del sur de Francia, donde esperan recibir vinos provenientes de España, Francia, Italia, África del Sur, Australia, Macedonia, Canadá, el Líbano, Grecia, y muchos más.