Guía Básica para Almacenar y Servir con Estilo

Guía Básica para Almacenar y Servir con Estilo

Sumergirse en el mundo del vino puede ser tan emocionante como descifrar el misterio de una novela de Agatha Christie, pero con la promesa de un final delicioso. Así que, si acabas de cruzar la puerta hacia el vasto universo vinícola, aquí tienes un pequeño manual de supervivencia, aderezado con un poco de humor.

Almacenar: El "Spa" para tus Vinos
Imagina que tus botellas de vino están en un spa, buscando el máximo relax antes de su gran debut.

Temperatura constante: Entre 12-16°C es el "jacuzzi" perfecto para tintos, y 7-12°C para blancos y espumosos. Ni saunas extremas ni baños helados.

Humedad controlada: Apunta a un 70%, como en un día de primavera en Londres; ni más húmedo que un día lluvioso en el Amazonas, ni más seco que un desierto.

Posición horizontal: Tumbadas como en una hamaca, para que el vino y el corcho mantengan su romance y el corcho no se ponga celoso permitiendo que entre aire.
Oscuridad: Como vampiros, los vinos prefieren la oscuridad para preservar su juventud eterna, lejos de los rayos del sol.

Sin vibraciones: Nada de fiestas con música alta. Las vibraciones son el enemigo de la paz interior del vino.

Entorno sin olores: Evita que tus vinos adopten aromas de la cebolla de ayer. El vino es un mimado que prefiere olores neutros.

Servir: El Gran Estreno
Cuando finalmente llega el momento de estrenar esa botella, hay que hacerlo con estilo.

Temperatura de servicio: Los tintos prefieren un suéter ligero (16-18°C), y los blancos y espumosos, un traje de baño (8-12°C para blancos, 6-8°C para espumosos).

Decantación: Dale a tu vino un paseo por el decantador. Es como un precalentamiento para los atletas, despierta y estira sus aromas.

Copa adecuada: No es lo mismo una fiesta en una piscina que en una bañera. El vino necesita su espacio; copas grandes para tintos, más estrechas para blancos y espumosos.

Aireación: Deja que el vino respire un poco, como quien se aclimata antes de saltar al agua. Un poco de oxígeno y está listo para brillar.

Con estos consejos, estás listo para tratar a tus vinos como las estrellas de rock que son, garantizando su mejor performance desde el guardarropa hasta el escenario.

¡Salud!