La bodega de Sotero Pintado se ubica en Benegiles, un pintoresco pueblo de la provincia de Zamora, históricamente conocido por sus viñedos. Hasta los años 60, esta región fue prolífica en la producción de vino, pero el auge del cultivo de cereal intensivo provocó el arranque de la mayoría de los viñedos. Hoy en día, solo sobreviven unas pocas hectáreas de viñedos viejos, entre ellas las de la familia Pintado.
Sotero Pintado y su familia poseen uno de los pocos viñedos prefiloxéricos que quedan en la zona, con cepas plantadas en pie franco y autóctono que tienen más de 150 años de antigüedad. Estas viñas centenarias producen uvas de rendimiento muy bajo, lo que da lugar a una concentración excepcional, permitiendo la elaboración de vinos de alta gama.
La Singularidad de los Viñedos Prefiloxéricos
Las viñas de Tinta Fina (Tempranillo) constituyen el 95% de los viñedos de la familia, con un pequeño porcentaje de variedades blancas como Albillo, Verdeja Antigua y Garnacha Tinta. El cultivo se realiza de forma ecológica, utilizando abonos naturales como la palomina y tratamientos con azufre y cobre, en línea con las tradiciones agrícolas de la zona.
Además de su viñedo en Benegiles, también trabajan un viñedo en La Sierra de Gredos, en El Barraco, Ávila, plantado en 1943 con Garnacha Tinta sobre suelos graníticos.
Vinos con Identidad y Respeto al Terroir
Los vinos de Sotero Pintado son un reflejo fiel del viñedo y del terroir en el que se cultivan. La familia busca preservar la tipicidad de cada variedad de uva, evitando intervenciones innecesarias en la bodega. Fermentan con levaduras autóctonas y utilizan tinas de hormigón y grandes barricas de madera con un tostado muy ligero, para que el vino mantenga su sabor auténtico y natural.
"Estamos en constante búsqueda de reliquias vitivinícolas olvidadas para devolverlas a la vida y que muestren todo su potencial", asegura la familia Pintado.
Vinos Tintos de Alta Gama
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Bravucón: Un vino 100% Tempranillo, envejecido durante 10 meses en barricas de roble francés y 5 meses en tinas de hormigón. Tras una crianza de 8 meses en botella, ofrece un perfil vivo, jovial y fragante.
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Totem, El Labajo: Este 100% Tinto Fino proviene de viñas viejas de entre 100 y 130 años. Envejece durante 12 meses en barricas de roble francés y 8 meses en botella, logrando un vino armónico y emocionante.
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Sotero Pintado, La Reguilona: Un vino excepcional de Tinto Fino, con cepas plantadas en 1878. Envejecido durante 18 meses en barricas de roble francés de 500 litros, es descrito como un vino eterno y distinguido.
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Paraje de Dondellas: Un vino varietal de Garnacha, proveniente de viñedos plantados en 1943 a 850 metros de altitud sobre suelos graníticos. Envejece durante 12 meses en barricas de 500L y se embotella tras una crianza de 8 meses.
Vinos Blancos y Rosados
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Malvasía sobre lías: Un vino blanco 100% Malvasía de viñas entre 90 y 120 años. Tras la fermentación, permanece 10 meses en barrica con sus lías finas, logrando un equilibrio perfecto entre acidez y mineralidad.
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Clarete sobre lías: Este rosado se elabora con Garnacha, Garnacha Gris, Tempranillo y Viura de una parcela plantada hace 60 años. Su envejecimiento en barrica durante 10 meses y un batonnage cuidadoso le otorgan un carácter único.
La Búsqueda de la Autenticidad en Cada Botella
Los vinos de Sotero Pintado son mucho más que bebidas; son auténticas joyas que encapsulan la historia y la tradición vitivinícola de una región. Elaborados con un profundo respeto por el entorno y las prácticas agrícolas sostenibles, cada botella cuenta una historia de viñedos centenarios y suelos llenos de vida.